jueves, 13 de diciembre de 2012

El Feudalismo

Feudalismo es la denominación histografica del sistema político  predominante en la Europa Occidetal de los siglos centrales de la Edad Media (Plena edad media, entre los siglos IX al XV):, caracterizado por la des
 del poder político ; al basarse en la difusión del poder desde la cúspide (donde en teoría se encontraban el emperador y los reyes) hacia la base (donde el poder local se ejercía de forma efectiva con gran autonomíaindependencia en la práctica por nobles de muy distintas denominaciones, basadas en las del Imperio Carolingio -marqueses, duques, condes, barones, caballeros, etc.). Es habitual emplear la expresión "pirámide feudal" como analogía para explicar didácticamente las relaciones sociales creadas por el feudalismo, y que se prolongaron mucho más en el tiempo con la sociedad estamental , en un contexto histórico marcadamente diferente al de su origen.



El feudo: Feudo, que en Alemania se le denomina lehen, en Francia fief y en los Países Bajos leen, es el nombre con el que se designa a la tierra que el señor otorga al vasallo en el contrato de vasallaje, como parte del beneficio que le debe a éste por el cumplimiento de sus obligaciones.

Sociedad Feudal:      
-La nobleza: estaba formada por el rey, los señores feudales y sus vasallos. Su estado era hereditario. Los nobles constituían una pequeña parte de la población, pero poseían la mayoría de las tierras cultivables y tenían grandes privilegios (no pagaban impuestos).
El clero: compuesto por el alto clero (hijos de nobles con cargos de cardenales u obispos) y el bajo clero (sacerdotes y religiosos de clase campesina). Este grupo no solo cumplía con sus funciones eclesiásticas, sino también con importantes roles sociales y culturales.
-Campesinos y siervos: conformado por la mayoría de la población de esa época. Los siervos eran los encargados de trabajar las tierras del feudo y no poseían ninguna propiedad ni derecho. Los campesinos, que eran personas libres, podían ser dueños de algunas tierras y realizaban numerosos servicios para el señor. 



































Orígenes del feudalismo:
 El feudalismo es el sistema social, económico y político que se desarrolló en Europa, principalmente entre los siglos IX y XII. Como término genérico, el concepto de feudalismo se aplica a la relación de vasallaje, por la que se instituían obligaciones mutuas entre un señor y un vasallo.
Sin embargo, el feudalismo no sólo se manifestó en esta relación, sino que constituyó el eje de la organización política y social de Europa occidental durante toda la Edad Media, y que en algunas zonas se prolongó, al menos en sus ámbitos económico y social, durante parte de la Edad Moderna.
Economía feudal:La explotación agraria feudal era de subsistencia. Los siervos cultivaban lo suficiente para mantenerse a sí mismos y para pagar los diezmos a la Iglesia y la renta al señor. De la recolecta se separaban también las semillas necesarias para la siguiente siembra. Los mercados urbanos se abastecían con las porciones de los diezmos y la renta.
Los cultivos se organizaban en torno a las poblaciones en tres anillos. El primero y más cercano a la población se dedicaba a las frutas y hortalizas. El segundo era para los cereales, principal sustento de la época. El tercer núcleo eran tierras de pasto y monte explotadas de forma comunal. Los pastos comunales limitaban por tanto la expansión de las tierras de cereales e impedían ampliar la extensión cultivada según la demanda de la población.
La rotación de cultivos era el principal sistema utilizado para evitar el deterioro de la tierra. Este método consiste en dejar en barbecho (es decir, sin cultivar) una parte de la tierra cada año para permitir su regeneración. En las regiones mediterráneas se usaba la rotación bienal, según el cual la mitad de las tierras quedaba en barbecho cada año. En las regiones europeas atlánticas se usaba la rotación trienal: un tercio de la tierra para cereal de ciclo largo -de invierno-, otro tercio para cereal de ciclo corto -verano- y el último tercio en barbecho. La tierra que quedaba sin cultivar se dedicaba a uso comunal, permitiendo que los animales pastasen en ella (práctica conocida como derrota de mieses).
El aumento de la producción como consecuencia de las innovaciones supone ya en el siglo XI una reducción de las prestaciones personales de los siervos a sus señores en cuanto a horas de trabajo, sustituyéndose por el pago de una cuantía económica o en especie. Se reducen las tierras del señor y aumentan los arrendamientos. Al mismo tiempo, los campesinos aumentan sus rentas disponibles y ganan en independencia.
Se incrementa el número de tierras roturadas y comienza el periodo de eliminación de los bosques europeos, drenaje de las tierras empantanadas, la extensión de los terrenos arados lejos de las aldeas y la construcción dispersa de casas campesinas. 

jueves, 6 de diciembre de 2012

Imperio Carolingio

El Imperio carolingio es un término historiográfico utilizado para referirse a un período de la historia europea derivado de la política de los reyes francos, Pipino y Carlomagno, que supuso un intento de recuperación en los ámbitos políticos, religioso y cultural de la época medieval en Europa occidental, siendo un hecho relevante e importante, la coronación de Carlomagno como emperador en Roma como signo de restauración de facto del Imperio romano de occidente.


Ubicación de


Carlomagno:



Los merovingios, dinastía de reyes francos establecida en la Galia, administraron su reino a través de un funcionario que ha sido denominado mayordomo de palacio, cargo que equivalía al de ministro real. El más destacado de ellos fue Carlos Martel, quien el año 732 detuvo el avance de los árabes en la batalla de Poitiers. Este encuentro bélico tuvo grandes proyecciones, por cuanto se impidió que los musulmanes expandieran su guerra santa hacia el resto de Europa. Carlos Martel inició así el predominio de la familia de los carolingios.
Con el consentimiento papal, Pipino el breve, hijo de Carlos Martel, derrocó a la dinastía merovingia (751). Pipino fue un gran aliado del papado y lo apoyó ante la amenaza del pueblo germano de los lombardos, que el 569 habían formado un reino en el norte de Italia, a quienes logró derrotar para luego entregar esos territorios de la Iglesia. Esta donación se transformó en la base del dominio temporal de los papas durante la Edad Media.
A la muerte de Pipino, el reino franco fue dividido entre sus dos hijos, Carlomán y Carlos. El primero falleció al poco tiempo, por lo que su hermano quedó como monarca único. Sus relaciones con la Iglesia siguieron la ruta trazada por su padre. El papado solicitó su ayuda ante una nueva amenaza lombarda y Carlomagno, como sería conocido, acudió en su ayuda, derrotándolos de manera definitiva. Esto le valió ser coronado como rey de ese pueblo el 774.
Su actividad militar lo llevó a establecer un imperio que abarcó desde el océano Atlántico hasta el río Elba. Pero no se trataba únicamente de una conquista militar. También era una conquista religiosa, puesto que tras sus tropas seguían los sacerdotes, que evangelizaban a los pueblos recién dominados.
Las tierras conquistadas fueron divididas en condados y marcas. Los primeros estaban a cargo de un conde, que administraba y ejercía justicia a nombre del rey, además de ser el comandante de las fuerzas militares. Las segundas, por lo general establecidas en zonas fronterizas, eran gobernadas por un marqués. Una suerte de inspectores, los missi dominici (enviados del señor) recorrían el imperio, supervigilando su funcionamiento e informando cualquier anomalía. La capital era Aquisgrán, ciudad que se transformó en un centro de expresiones culturales de primera importancia, que originaron la expresión renacimiento carolingio, utilizada para referirse a la fusión de la cultura clásica y la religión católica.
A la muerte de Carlomagno, su hijo Luis el piadoso trató de continuar su obra, pero las rebeliones de los nobles se lo impidieron. Sus tres hijos, Carlos, Lotario y Luis, lucharon entre ellos y en el tratado de Verdum (843) acordaron dividir el imperio en tres partes. Así comenzó el fraccionamiento del poder y del territorio, que caracterizó a gran parte de la Edad Media.